Gracias a las nuevas leyes los jóvenes hemos conseguido:
- Que nuestra ropa no huela a tabaco al volver a casa. No será necesario tender la ropa para que se airee, los perfumes volverán a tener más sentido.
- Que no nos quemen la ropa. ¿A quién no le ha ocurrido? Era un motivo para, muchas veces, no elegir una prenda.
- Salir por la noche dejará de ser tan nocivo para la salud, la piel se irritaba, los ojos se ponían rojos, y como no, los pulmones irán sufriendo los estragos del humo.
- Incluso, dejará de ser un gasto más en la débil economía juvenil.
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